El sentimiento mas hermoso, apasionado, apremiante, fuerte... aquel que te das permiso a sentir con la excusa e impulsado por el atractivo sexual... al final se traduce en; te enamoras de ti mismo, de tu espejo. Del hombre o la mujer que te devuelve tu imagen en algunos aspectos mejorada, o el proyecto de lo que deseas ser o desarrollar en el futuro, aquél o aquella que comparte tus valores, costumbres, gustos, coincidencias, en quién observas con agrado, al sondear su mirada, igual admiración por ti, el idéntico deseo de complementarse de volverse uno. Increíble que mientras estemos mirándonos y reconociéndonos el uno en el otro puede caerse, derrumbarse todo lo que nos rodea y seguimos fuertes, tranquilos porque en el fondo nos tenemos uno al otro y eso es lo esencial... quisa no lo mas importante, pero es lo que de alguna forma nos mantiene a flote... Nuestra media naranja o flotador personal.
Podemos en pro de ese sentimiento, de esa realidad creada y recreada por dos... mientras dure... compartir todo lo que somos o lo que vemos y sentimos de nosotros, nuestra parte visible, de la que estamos consciente, hasta que el espejo se quiebra... se rompe y tienes que hacer malabares para atisbar tu imagen cada vez mas efímera y huidiza en cada uno de esos pedazos. ¡Oh, sorpresa! te preguntas que pasó y te aferras a cada pedazo de vidrio ciego mientras destrozas tus manos en el intento y ves que ya no hay nada en esa persona que te refleje, que ya no es un todo contigo, que como la canción lo que pasó, pasó y está pasado y si queremos permanecer sanos enterrado. Siempre hay dos reacciones al respecto te aferras estancándote con la otra persona en la infelicidad o te sueltas y creces y concentras todos tus pedazos en ti... queriéndote, mimándole, amándote, quisa revolcándote en tu duelo... Hasta que te acostumbras a reflejarte solo en ti, a devolverte con admiración y un poco de egoísmo tu propia mirada ...tu mirada.
Acaso no hacemos eso cuando niños, época hermosa donde solo importan nuestros deseos donde tenemos esclavos que obedecen, satisfaciendo nuestras necesidades sin tener que abrir la boca y/o pelar los ojos. En fin hay que reconocerlo, somos personas completas, todo lo demás es accesorio. Valiosos, amados, importantes, pero que no existirían si nosotros no estuviéramos observándolos, es como si el mundo entero fuera nuestra creación, es decir nunca mas importante que nosotros porque deviene, es una consecuencia de mi o de nuestra propia existencia. Te pregunto: ¿ si tu no estuvieras mirándote sabrías de mi existencia, de la de tus padres, amigos, logros, poseciones...etc.
Soy lo más importante, repitelo conmigo... Soy lo mas importante.
Lo siento, perdóname, te amo, gracias!